A punto de hervor,
se activan todas las alertas
y la mente intenta no pensar,
pero no lo consigue...
La impotencia y la rabia
se apoderan de mi...
Sorprendentemente,
los ejercicios de relajación
siguen demostrando su magia...
Y aún así…
Vuelvo a repetirme a mi misma
y comienzo de nuevo a conseguir
que la serenidad me acune
entre sus dulces brazos.
Lo más importante es volver
Volver a sentir,
Volver a equilibrar,
Volver a aprender
y aprender a desaprender...
Nos queda mucho camino aún...
pero vamos a recorrerlo juntas.